
Fuente natural de sustancias terapéuticas: Las algas, especialmente las marinas, son una rica fuente de sustancias bioactivas utilizadas en la industria farmacéutica. Contienen antioxidantes y compuestos antiinflamatorios y antibacterianos que pueden ayudar a tratar diversas afecciones, como inflamaciones y enfermedades de la piel.
Favorecen el sistema inmunitario: Se ha demostrado que los polisacáridos de las algas, como el fucoidan, refuerzan el sistema inmunitario. Estas sustancias pueden ayudar a mejorar las defensas del organismo contra las infecciones y favorecer la recuperación tras una enfermedad.
Aplicaciones en oncología: Algunas especies de algas contienen compuestos con propiedades anticancerígenas. Los estudios han demostrado que las algas pueden ayudar a inhibir el crecimiento de células cancerosas, así como a reducir los efectos secundarios de la quimioterapia.
Revolución en farmacología y biotecnología: Las algas son una de las fuentes más prometedoras para el desarrollo de nuevos fármacos. Gracias a su facilidad de cultivo y a la gran variedad de compuestos químicos que contienen, se utilizan ampliamente en aplicaciones biotecnológicas como antibióticos y vacunas.
Sostenibilidad ecológica y económica: Las algas no sólo son beneficiosas para la salud, sino también para el medio ambiente. Su cultivo requiere pocos recursos y puede contribuir a reducir las emisiones de dióxido de carbono.